BIOLOGÍA GENETICA DEL AMS=ATRACCIÓN AL MISMO SEXO

07.03.2014 09:55

2. BIOLOGÍA Y GENÉTICA.

 

            En el anterior decenio se ha hablado mucho acerca de las predisposiciones genéticas y biológicas para la homosexualidad. Este concepto fue planteado por tres estudios. Los principales periódicos publicaron que aquellos estudios demostraban que la homosexualidad era inmutable, que había gente que nacía homosexual, que nacía gay.

 

            En este capítulo mencionaré los tres estudios, daré una breve crítica de cada uno de ellos y dejaré que otros científicos sociales reflexionen sobre la fiabilidad de sus hallazgos. Lo que queda muy claro es que NO HAY NINGÚN DATO CIENTÍFICO QUE APOYE LA EXISTENCIA DE UNA BASE GENÉTICA O BIOLÓGICA PARA LA ATRACCIÓN HACIA EL MISMO SEXO.

 

3. LOS TRES ESTUDIOS.

 

3.1. EL INFORME LEVAY

 

            El artículo “Una diferencia en la estructura del hipotálamo entre los hombres homosexuales y los heterosexuales”, escrito por Simon LeVay, apareció en la revista Science en agosto de 1991. LeVay manifestaba haber encontrado un grupo de neuronas en el hipotálamo (llamadas INAH3) que parecían ser un tamaño doble en los hombres heterosexuales respecto a los homosexuales. LeVay especuló con que esta parte del hipotálamo tuviera algo que ver con la conducta sexual. Por lo tanto, concluyó, la orientación sexual está de algún modo determinada biológicamente.

 

BREVE CRÍTICA AL INFORME LeVay.

 

Ø  Las diecinueve personas objeto del estudio murieron de sida, y sabemos que el VIH/sida puede afectar al cerebro, provocando cambios químicos. Por lo tanto, mejor que buscar la causa de la homosexualidad, podemos estar observando algunos efectos del VIH/sida.

Ø  LeVay no verificó la orientación sexual de su grupo de control. “Dos de estos pacientes (ambos enfermos de sida) negaron tener actividad homosexual. Los informes de los catorce pacientes restantes no contenían información acerca de su orientación sexual; se ha asumido que todos o la mayoría son heterosexuales” [1]. No es la mejor ciencia la que “asume” cualquier cosa acerca de su objeto de estudio.

Ø  Tres de los diecinueve sujetos homosexuales tenían un grupo de neuronas en el hipotálamo mayor que la media del grupo heterosexual. Tres de los dieciséis pacientes heterosexuales tenían un grupo de neuronas en el hipotálamo menor que la media en el grupo homosexual. Esto significa que seis sujetos masculinos sobre treinta y cinco contradijeron su hipótesis. Por lo tanto, ESTOS RESULTADOS NO SON SIGNIFICATIVOS NI FIABLES ESTADÍSTICAMENTE.

Ø  No hay ninguna prueba de que este grupo de neuronas afecte a la sexualidad. El doctor Charles Socarides, profesor de Psiquiatría en el Albert Einstein Collage de Medicina en Nueva York, dijo que “el asuntote una diminuta sección del cerebro – casi submicroscópica- como elemento decidor de la elección del objeto sexual es sencillamente ridícula. Un pliegue en el cerebro no puede determinar el objeto sexual”[2].

Ø  El propio LeVay declaró que “es importante insistir en lo que no he encontrado. No he probado que la homosexualidad sea genética, ni he encontrado una causa genética para el ser gay. No demostré que los hombres gay nazcan así, lo cual supone el error más común a la hora de interpretar mi trabajo. Ni siquiera ubiqué un punto gay en el cerebro... como estudié cerebros adultos, ignoramos si las diferencias que encontré estaban ahí desde el nacimiento o aparecieron más tarde”[3].

 

3.2. EL INFORME BAILEY-PILLARD

 

            John M. Bailey y Richard Pillard publicaron un trabajo titulado “Un estudio genético de la orientación sexual masculina” en la revista Archives of general psichiatry, en diciembre de 1991. Estudiaron el predominio de la homosexualidad entre parejas de gemelos, hermanos no gemelos y hermanos adoptados, en los casos en que el otro hermano era homosexual. Descubrieron que el 52 % (veintinueve parejas de cincuenta y seis) de los casos de gemelos idénticos eran ambos homosexuales; el 22 % de los mellizos (doce parejas de cincuenta y cuatro) eran los dos homosexuales y el 11 % de las parejas de hermanos adoptivos (seis de cincuenta y siete) estaban formadas por dos homosexuales. También hallaron que en un 9 % (trece de ciento cuarenta y dos) de los casos de hermanos biológicos no gemelos eran ambos homosexuales. Los autores concluyeron, por tanto, que hay una causa genética para la homosexualidad.

 

BREVE CRÍTICA DEL INFORME BAILEY-PILLARD.

 

Ø  El fallo más llamativo está en la interpretación de los investigadores. Como cerca del 50 % de los gemelos idénticos no resultaron ser homosexuales, podemos fácilmente concluir que la genética no juega un papel determinante en su orientación sexual. Si así fuera, entonces el 100 % de los gemelos debieron ser homosexuales, ya que los gemelos idénticos tienen la misma estructura genética. Podemos por la misma razón interpretar los hallazgos  para concluir que INFLUENCIAS AMBIENTALES FUERON LAS CAUSANTES DE SU HOMOSEXUALIDAD. La bióloga Anne Fausto-Stirling, de la Brown University, afirmó que “para que un estudio semejante tuviera algún valor, habría que haber estudiado a gemelos educados en distintos ambientes. Es un caso de genética mal interpretada”[4].

Ø  No se trata de una muestra casual, sino que los casos elegidos estaban claramente sesgados, ya que los gemelos que se presentaron voluntarios habían sido reclutados mediante anuncios en publicaciones homosexuales con exclusión de los medios generales. Por lo tanto, la probabilidad de que los sujetos fueran semejantes entre sí era mucho más elevada.

Ø  El doctor Simon LeVay afirmó que “de hecho, los estudios sobre gemelos (…) sugieren que (la homosexualidad) no es un rasgo que esté definido totalmente desde el nacimiento, ya que incluso los gemelos idénticos no tienen siempre la misma orientación sexual”[5].

Ø  El mismo doctor Bailey declaró que “algo debe de haber en las circunstancias ambientales que produzca los gemelos discordantes”[6].

Ø  Los investigadores no estudiaron el papel que el incesto o el abuso sexual, así como otros factores ambientales, juegan en la determinación de la atracción hacia el mismo sexo. Si hubieran descubierto que el incesto era más frecuente entre los gemelos que entre mellizos o entre hermanos de distintos partos, esto nos hubiera ayudado a explicar los diferentes índices de homosexualidad.

 

3.3. EL INFORME HAMER.

 

            Dean Hamer et al., del Nacional Cancer Institute, es el autor de “Un vínculo entre los indicadores de ADN en el cromosoma X y la orientación sexual masculina”, publicado en julio de 1993 en la revista Science. Los medios de comunicación se encargaron de difundir que “el gen gay” había sido descubierto en este estudio. Los investigadores estudiaron cuarenta parejas de hermanos homosexuales y aventuraron que algunos casos de homosexualidad están vinculados con una región particular del cromosoma X (Xq28), heredada de la madre por el hijo homosexual. Treinta y seis parejas de hermanos compartían el mismo modelo de variación en la punta de un brazo del cromosoma. Hamer estimó que la secuencia de estos indicadores genéticos en Xq28 estaba ligada con la homosexualidad en el 64 % de los hermanos.

 

BREVE CRÍTICA DEL INFORME DE HAMER et al.

 

Ø  El doctor Kenneth Kivington, asistente del presidente del Salk Institute, en San Diego, afirmó que “existe una evidencia masiva que muestra que LAS REDES NEUROLÓGICAS DEL CEREBRO SE AUTORECONFIGURAN EN RESPUESTA A DETERMINADAS EXPERIENCIAS. Por lo tanto, la diferencia en la estructura del cerebro homosexual puede ser el RESULTADO DE LA CONDUCTA Y DE LAS CONDICIONES AMBIENTALES”[7]

Ø  No existió grupo de control. Estamos ante una paupérrima metodología científica. Hamer y sus compañeros ni siquiera intentaron evaluar a hermanos heterosexuales. ¿No podría ser que los hermanos heterosexuales tuvieran los mismos indicadores genéticos?

Ø  No se aporta prueba que demuestre que la sección señalada del cromosoma tenga un influjo directo en la sexualidad o en la orientación sexual.

Ø  Uno de los compañeros de investigación de Hamer le acusó diciendo que había ocultado algunos hallazgos que invalidaban su hipótesis. El Nacional Cancer Institute abrió una investigación a Hamer[8] (hasta la fecha no han hecho público ningún resultado de esta investigación).

Ø  Un equipo investigador canadiense, con un proyecto de experimento semejante al de Hamer, fue incapaz de repetir los resultados del estudio de éste[9].

Ø  El mismo Hamer insistió en que “estos genes no son la causa de que haya personas homosexuales (…) la biología de la personalidad es mucho más complicada que eso”.[10]

 

 

3.4. COMENTARIOS DE OTROS CIENTÍFICOS SOBRE ESTOS ESTUDIOS.

 

            “Evan S. Balaban, neurobiólogo en el Neurosciences Institute, en San Diego, señala que LA BÚSQUEDA DEL ENCLAVAMIENTO BIOLÓGICO DE COMPLEJOS RASGOS HUMANOS TIENE UNA VERGONZOSA HISTORIA RECIENTE. En los últimos años, investigadores y medios de comunicación han proclamado el “descubrimiento” de genes ligados al alcoholismo y a la enfermedad mental, así como a la homosexualidad. Como Balaban señala, NINGUNA DE ESAS PRETENSIONES SE HA VISTO CONFIRMADA[11].

( Scientific American, noviembre de 1995)

 

            “Estudios recientes presentan factores biológicos como la base primordial de la orientación sexual. Sin embargo, EN EL MOMENTO PRESENTE NO HAY EVIDENCIA SUFICIENTE PARA FORMULAR UNA TEORÍA BIOLÓGICA, y del mismo modo no hay ninguna evidencia aplastante que apoye ninguna explicación psicológica particular. Aun cuando todo comportamiento debe tener un sustrato biológico último, el recurso a las actuales explicaciones biológicas para la orientación sexual parece derivar más de la insatisfacción que producen las actuales explicaciones psicosociales que de un sólido cuerpo de datos experimentales. LOS ESTUDIOS CRÍTICOS MUESTRAN LA EVIDENCIA DE QUE CARECEMOS DE UNA TEORÍA BIOLÓGICA. En un modelo alternativo, los rasgos temperamentales y de la personalidad interactúan con el medio familiar y social, al tiempo que la sexualidad del individuo va emergiendo[12]

(Archives of General Psychiatry, marzo de 1993)

 

            “Informes acerca de diferencias morfológicas entre los cerebros de seres humanos con diferentes orientaciones sexuales o identidades de género han ampliado la especulación acerca de si tales comportamientos puedan ser el resultado de influjos hormonales o genéticos en las fases evolutivas del cerebro. Sin embargo, se le puede dar la vuelta a la cadena casual: LA CONDUCTA HOMOSEXUAL EN EL ADULTO PUEDE HABER CAUSADO LAS DIFERENCIAS MORFOLÓGICAS. (…) ES POSIBLE QUE LAS DIFERENCIAS EN LA CONDUCTA SEXUAL CAUSEN (MÁS QUE SEAN CAUSADAS POR) DIFERENCIAS EN LA ESTRUCTURA CEREBRAL”[13]

(Nature, octubre de 1997)

 

            “Según los análisis críticos de las teorías hormonales de la homosexualidad y el transexualismo, NO EXISTEN DATOS SÓLIDOS QUE APOYEN EL PAPEL DE LAS HORMONAS EN EL DESARROLLO DE ESTAS CONDUCTAS O IDENTIDADES ENTRE LOS HUMANOS”[14]

( Journal of Neuropsychiatry, primavera de 1993)

 

            “El mito del gen todopoderoso se basa en la mala ciencia que ignora el contexto ambiental en el que nosotros y nuestros genes existen. (…) Muchos investigadores modernos siguen creyendo que la preferencia sexual está, en alguna medida, determinada biológicamente. Basan esta creencia en el hecho de que ninguna explicación ambiental en particular puede dar razón del desarrollo de la homosexualidad. Pero esto no tiene ningún sentido. La sexualidad humana es compleja y está afectada por muchas cosas. El fracaso a la hora de encontrar una clara explicación ambiental no es sorprendente y, por supuesto, no significa que la respuesta esté en la biología. Tales estudios están condenados  a aportar ingentes cantidades de correlaciones sin significado, que serán recogidas como nuevas evidencias de la transmisión genética de la homosexualidad”[15].

(Exploding the gene myth, 1993)

 

            “En los primeros años 90 (del siglo XX) tres estudios ampliamente difundidos parecían indicar que las raíces de la homosexualidad eran genéticas, imputables a la naturaleza y no a la crianza. (…) Más de cinco años después, los datos no han sido verificados. Más aún, los investigadores señalan que el público general ha malinterpretado la “genética conductista”. A DIFERENCIA DEL COLOR DE LOS OJOS, LA CONDUCTA NO SE HEREDA ESTRICTAMENTE. NECESITA SER PUESTA EN JUEGO MEDIANTE UNA EXTENUANTE COMPLEJIDAD DE FACTORES AMBIENTALES. (…) La existencia de un patrón genético entre los homosexuales no significa que la gente nazca gay, del mismo modo que los genes de la altura, presumiblemente frecuentes entre los jugadores de la NBA, tampoco indican una habilidad innata para jugar al baloncesto. (…) El biólogo Evan admite que “en gran medida estamos tan a oscuras como lo estábamos antes”[16].

(Newsweek, 17 de agosto de 1998)

 

            “LA ORIENTACIÓN SEXUAL NO CAE BAJO EL INFLUJO DIRECTO DE LOS CROMOSOMAS Y LOS GENES, y eso, aunque no está prefigurado por la hormonalización prenatal del cerebro, está influido por ella y también depende en gran medida de la SOCIALIZACIÓN POSTNATAL”[17].

(American Psichologist, abril de 1987)

 

            “Como cualquier otro estado complejo, mental y de conducta, la homosexualidad tiene muchos factores. Ni es exclusivamente biológica ni es exclusivamente psicológica, sino que resulta de una combinación difícil de cuantificar por ahora de factores genéticos, influencias intrauterinas (algunas innatas a la madre y por tanto presentes en cada embarazo, otras circunstanciales en un embarazo determinado), ambiente postnatal (tales como comportamientos de los padres, de los hermanos o culturales) y un complejo de series de elecciones repetidamente reforzadas, sucedidas en fases críticas del desarrollo”[18].

(Homosexuality and the politic of truth, 1996)

 

 

3.5. CONCLUSIONES.

 

            UNA CONDUCTA SEXUAL REPETIDA, ASI COMO LAS CONDICIONES AMBIENTALES, CAMBIAN LA ESTRUCTURA CEREBRAL Y LA QUÍMICA CORPORAL, lo que significa que las características genético-biológicas estudiadas en estos informes pueden ser el RESULTADO de la conducta homosexual más que su causa.

 

            TODOS ESTOS ESTUDIOS CARECEN DE CONSISTENCIA Y DE VERIFICACIÓN. Los resultados que ofrecen no son concluyentes y en el mejor de los casos son especulaciones. Simon LeVay, Richard Pillard y Dean Hamer se autoproclaman homosexuales. Por eso, yo puedo sugerir que detrás de su trabajo existe una fuerte motivación que intenta justificar sus atracciones hacia el mismo sexo.

 

            Si la homosexualidad es una orientación sexual normal, ¿por qué es homosexual sólo entre el 1 y el 3 % de la población y no el 50 %? ¿Por qué hay más homosexuales hombres que mujeres?

Jonson y Masters, dos norteamericanos destacados investigadores sobre la sexualidad, afirman que “LA TEORÍA GENÉTICA DE LA HOMOSEXUALIDAD HA SIDO GENERALMENTE DESCARTADA HOY EN DÍA. (…) NINGÚN CIENTÍFICO SERIO PRETENDE QUE SE PUEDA APLICAR UNA SIMPLE RELACIÓN DE CAUSA-EFECTO”[19].

 

            EXISTE UN PREDOMINIO DE EVIDENCIAS CIENTÍFICAS OBTENIDAS DURANTE LOS ÚLTIMOS OCHENTA AÑOS QUE DEMUESTRAN QUE LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA CONDICIÓN ADQUIRIDA. Los doctores Irving Bieber, Charles Socarides, Joseph Nicolosi, Elizabeth Moberly, Lawrence Hatterer, Robert Kronemeyer, E. Kaplan, Edith Fiore, Gerard van den Aardweg[20], Earl Wilson y Jeffrey Satinover son algunos de los psiquiatras y psicólogos que han justificado estos hallazgos después de años de investigación clínica y estudios empíricos.

 

            LA MEJOR EVIDENCIA PARA DESECHAR UNA TEORÍA ES LA EXPERIENCIA. MILES DE HOMBRES Y MUJERES EN TODO EL MUNDO HAN CAMBIADO, DEJANDO DE SER HOMOSEXUALES PARA SER HETEROSEXUALES. Masters y Jonson afirman que han obtenido cerca de una 65 % de éxito a la hora de ayudar a estar personas a cambiar. Otros terapeutas que afirman obtener resultados satisfactorios  con sus tratamientos son los doctores Bieber, Socarides, Nicolosi, Hatteter, Gershman, Hadden, Hamilton, Van den Aardweg, Barnhouse, Ellis y muchos otros[21].

 

            LA ASOCIACIÓN NACIONAL PARA LA INVESTIGACIÓN Y TERAPIA DE LA HOMOSEXUALIDAD (NARTH: www.narth.com ) REALIZÓ UNA ENCUESTA A OCHOCIENTAS PERSONAS Y DESCUBRIÓ QUE QUIENES DESEAN CAMBIAR SU ORIENTACIÓN SEXUAL PUEDEN LOGRARLO.[22]

 

 

 


[1] S. LeVay, “A difference in hypothalamic structure between heterosexual and homosexual men”, Science 253 (agosto 1991), p. 1036.

[2] Citado en M. MADDOUX, Answers to the gay deception (Dallas, TX; Internacional Christian Media, 1994), p. 26.

[3] D. NIMMONS, “Sex and the brain”, Discover vol. 15, nº. 3 (marzo 1994), pp. 64-71.

[4] D. GELMAN Y OTROS, “Born or bred?”, Newsweek (24 febrero, 1992), p. 46.

[5] Citado en M. MADDOUX, Answers to the gay decepcion, p. 26.

[6] D. GEMAN Y OTROS, op. cit., p. 46.

[7] Ibíd..

[8] J. HORGAN, Gay genes, revisited”, Scientific American (noviembre, 1995), p. 26.

[9] G. RICE Y OTROS, “Male homosexuality: Absence of linkage to microsatellite markers on the X Chromosome in a Canadian study”(artículo presentado en la 21 reunión anual de la Investigación sobre el sexo, Provincetown, Mass., 1995).

[10] J. MADELEINE NASH, “The personality genes”, Time vol. 151, nº. 16 (27 de abril, 1998), pp. 60-61.

[11] J. HORGAN, op. cit., p. 26.

[12] W. BYNE Y B. PARSONS, “Human sexual orientation: The biologic theories reappraised”, Archives of general psychiatry, vol. 50. nº. 3 (marzo 1993), pp. 228-239.

[13] S. MARC BREEDLOVE, Ph. D., “Sex on the brain”, Nature 389 (23 octubre, 1997).

[14] R. C. FRIEDMAN Y J. DOWNEY, “Neurobiology and sexual orientation: current relationships”, Journal of neuropsychiatry, vol. 5, nº. 2 (primavera, 1993), pp. 131-153.

[15] R. HUBBARD Y E. WALD, Exploding the gene myth (Boston, MA, Beacon Press, 1993), pp. 6, 94 y 98.

[16] J. LELAND Y M. MILLER, “Can gays “convert”?”, Newsweek, (17 de agosto, 1998), p. 49.

[17] J. MONEY, “Sin, sickness, or status? Homosexual gender identity and psychoneuroendicrinology”, American psychologist, vol. 42, nº. 4 (1987), p. 384.

[18] J. SATINOVER, Homosexuality and the politics of truth (Grand rapids, MI, Baker Books, 1996), p. 77.

[19] W. MASTERS, V. JOHNSON Y R. KOLODNY, Human sexuality, (Boston, MA, Little Brown, 21985), p. 411.

[20] GERARD J. M. VAN DER AARDWEG, Homosexualidad y esperanza. Terapia y curación en la experiencia de un psicólogo. Eunsa. Navarra (España) 2004.

[21] Citado en J. NICOLOSI, Reparative therapy of male homosexuality (Northvale, NJ, Jason Aronson Inc., 1991), pp. 18-19.

[22] National Association for research and therapy of homosexuality, Press Release 5, 1997.