Asesor pro-gay del Vaticano tuitea la imagen inmodesta de María en la fiesta de Guadalupe
NUEVA YORK 14 de diciembre, 2018 (LSN) - sacerdote y asesor del Vaticano prohomosexual P. James Martin twitteó una burla poco modesto de la Virgen de Guadalupe a principios de esta semana que los católicos mexicanos llaman "altamente ofensivo" y "blasfema". El sacerdote jesuita y editor-en-grande de América Revista twitteé tres imágenes basada en la imagen sobrenatural de la Virgen de Guadalupe que fueron creados por una feminista que "cuestionó este icono común de la mujer ideal." Una de las imágenes twitteado por el P. Martin representa a una mujer con un subido muchísimo su falda que revela los muslos. Ella blande una serpiente en su mano derecha. LifeSiteNews ha pixelado la representación. "Mira! Mira estas bellas imágenes de la Virgen de Guadalupe, reimagined como la mujer contemporánea. Recuerde que la Virgen vivió en la vida real en Nazaret ", tuiteó el P. Martin. El tweet apareció el 12 de diciembre, un día celebrado por los católicos en todo el mundo como la Fiesta de la Virgen de Guadalupe. Los católicos expresaron su indignación por el tweet del Padre Martin.
El vaticanista Marco Tosatti se plantea en un artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana si hay un nuevo ambiente en el Vaticano en lo que respecta al mundo LGBT a pesar de las severas declaraciones del Papa Francisco en materia de matrimonio, familia e ideología de género
(Marco Tosatti /La Nuova Bussola Quotidiana)-¿Se respira un nuevo ambiente en el Vaticano en lo que respecta al mundo LGBT? Parece ser que sí, a pesar de las severas declaraciones del Pontífice en materia de matrimonio, familia e ideología de género… Hace unos días la Nuova Bussola Quotidiana informaba sobre las iniciativas y los comentarios de un sacerdote italiano muy mediático y que está de moda, comentarista en Novella 2000 y Avvenire, y responsable de un blog con un título muy humilde: “Como Jesús”. De modo despiadado y bromista, los medios de comunicación social rápidamente lo han rebautizado como “nuestro James Martin”. Como el lector bien sabe, James Martin es el jesuita americano que se ha convertido en el abanderado de las temáticas LGBT dentro de la Iglesia y que, además, ha escrito recientemente un libro sobre este tema que le ha valido algunas caritativas, pero sinceras, verdades por parte del cardenal Robert Sarah.
Pero volvamos a Italia. Hace unos días se anunció un congreso, que está previsto que se lleve a cabo en el magnífico Palazzo Borrromeo que acoge la Embajada de Italia ante la Santa Sede. El anuncio lo dio Radio Vaticana con el siguiente comunicado:
«”Interferenze”: es el título del congreso que la Embajada de Italia ante la Santa Sede y la Secretaría Vaticana para la Comunicación organizan el viernes 15 de diciembre de 2017 en el Palazzo Borromeo, en Roma. Este evento quiere analizar la actualidad de la Radio en el ámbito digital contemporáneo, en ocasión del 80 aniversario de la muerte de Guglielmo Marconi el 20 de julio de 1937, y de la fecunda colaboración entre el Premio Nobel y el Estado Vaticano en los primeros decenios del siglo pasado con la inauguración, en 1931, de la emisora pontificia. Para recorrer este camino han sido invitados estudiosos y expertos que ofrecerán su
testimonio después de los saludos de bienvenida de Pietro Sebastiani, embajador de Italia ante la Santa Sede, y de Mons. Dario Edoardo Viganò, prefecto de la Secretaría para la Comunicación.
Entre los relatores figuran el profesor Enrico Menduni, de la Universidad Roma Tre, uno de los máximos estudiosos sobre la radio en Italia, y la profesora Raffaella Perin, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, autora del libro La Radio del Papa: propaganda e diplomazia nella Seconda Guerra Mondiale. Seguirán las intervenciones de Gerardo Greco, director del Giornale Radio Rai y de Radio1; Pierluigi Diaco, periodista y presentador de Rtl 102,5; Federico di Chio, director de marketing estratégico en Mediaset; Fabio Volo, presentador de Radio DeeJay. Concluirá el congreso el saludo de Riccardo Cucchi, voz de Tutto il calcio. Moderadora: Laura De Luca, periodista de Radio Vaticana Italia. Enriquecerá el congreso un breve recorrido histórico centrado en la obra de Marconi en el Vaticano, a través de fotos y objetos de inestimable valor, como el célebre micrófono construido por el propio Marconi y que fue utilizado por Pío XI el 12 de febrero de 1931 para el primer mensaje emitido por radio al mundo, difundido en ocasión de la inauguración de la Radio Vaticana».
El nombre que nos ha asombrado, y que ha asombrado también a las personas que nos avisado de este acontecimiento, es el de Pierluigi Diaco. Pierluigi Diaco es un compañero de profesión muy conocido, que a principios de noviembre ha celebrado su unión civil con su pareja, y que ha anunciado de manera muy mediática su homosexualidad. Ahora bien, es obvio que todo esto no tiene nada que ver con su profesionalidad. Pero nos queda la curiosidad de saber por qué, entre cientos de compañeros de radio y televisión, ha sido elegido precisamente él, cuya historia personal lo ha transformado en un icono de la batalla LGBT.
Viganò y Dico se conocen desde hace tiempo: de hecho, desde que el actual prefecto es huésped fijo de la transmisión que Diaco presenta en Rtl, Non stop News, que da los buenos días a la very normal people todos los días. Cada lunes, Viganò tiene un espacio con los presentadores llamado Buongiorno sono Francesco (Buenos días, soy Francisco), en la que se habla de la actualidad con los ojos del pontífice reinante. Y, precisamente hoy, Viganò ha abierto la puerta a los presentadores, con Diaco a la cabeza, del museo de Radio Vaticana. La transmisión en directo, de las 6 a las 9 de la mañana, se ha hecho desde allí. En resumen: un intercambio de favores entre ambos en vista del congreso.
Pero hay más: el asistente espiritual de la embajada de Italia ante la Santa Sede es Mons. Pasquale Spinoso, amigo íntimo de don Dario Edoardo Viganò, prefecto de la Secretaría para la Comunicación, desde los tiempos en que ambos trabajaban en la Conferencia Episcopal Italiana. Por otra parte, Mons. Viganò, como prefecto, ha nombrado consultor de la Secretaría para la Comunicación al padre James Martin sj. Pues bien, tal vez todo esto no sea tan causal como puede parecer…
Nuestro viejo amigo el padre James Martin, SJ, redactor jefe de la revista America, asesor del Vaticano y autoproclamado apostol ante los LGTBI, se regocija estos días desde su cuenta en Twitter de la enésima ‘salida del armario’, esta vez de un sacerdote al que el National Catholic Reporter dedica una tribuna:
“Este hombre es un pionero. Hay cientos, si no miles, de sacerdotes gays célibes en la Iglesia Católica, ofreciendo sus vidas a Dios y al pueblo de Dios. Se invita a la Iglesia a
ver y a aceptar esta verdad. Porque la verdad nos hace libres”.
Si la verdad, ciertamente, nos hace libres, empecemos por la verdad de que la primera frase del comentario de Martin es mentira: el sacerdote en cuestión -Gregory Greiten, de la Iglesia de Santa Bernadette en Miwaukee- es cualquier cosa menos un pionero.
Primero, porque no es en absoluto el primer sacerdote que sale del armario; pero, sobre todo, porque todo el mundo entiende por ‘pionero’ a quien se interna en un terreno inexplorado, y el del mundo de la ‘sexualidad alternativa’ está tan trillado que más bien deberíamos hablar de obsesión.
Leía el otro día que un 27% de los jóvenes californianos tenían serias dudas sobre su identidad sexual; ¿alguien puede pensar por un segundo que una proporción tan absolutamente insólita y disparatada es fruto de la casualidad o sucede naturalmente? No, la constante glorificación de los medios de todo el que se proclama homosexual o descubre que en realidad pertenece a un sexo distinto al que determinan sus cromosomas está
libres”.
Si la verdad, ciertamente, nos hace libres, empecemos por la verdad de que la primera frase del comentario de Martin es mentira: el sacerdote en cuestión -Gregory Greiten, de la Iglesia de Santa Bernadette en Miwaukee- es cualquier cosa menos un pionero.
Primero, porque no es en absoluto el primer sacerdote que sale del armario; pero, sobre todo, porque todo el mundo entiende por ‘pionero’ a quien se interna en un terreno inexplorado, y el del mundo de la ‘sexualidad alternativa’ está tan trillado que más bien deberíamos hablar de obsesión.
Leía el otro día que un 27% de los jóvenes californianos tenían serias dudas sobre su identidad sexual; ¿alguien puede pensar por un segundo que una proporción tan absolutamente insólita y disparatada es fruto de la casualidad o sucede naturalmente? No, la constante glorificación de los medios de todo el que se proclama homosexual o descubre que en realidad pertenece a un sexo distinto al que determinan sus cromosomas está creando un ‘efecto contagio’ que pagaremos y, sospecho, muy caro.
De curas gays, digámoslo de una vez, no anda la Iglesia escasa, si bien la confirmación de esa sospecha no nos ha llegado exactamente por una sucesión de Gregorygreitens abriéndonos su corazón, sino por el más doloroso trance del descubrimiento, hace ya años, de abusos sexuales a menores de no pocos sacerdotes, ocultados por sus superiores jerárquicos.
Pero no por repetirse con tediosa frecuencia deja de sorprenderme esa necesidad de sacerdotes como Greiten de declararse gay ante sus fieles, primero, y el resto del mundo, después. Rechazando, por caridad, cierto ‘vedettismo’ mediático como motivación, ¿qué sentido tiene?
Si, como sostienen sus apologetas, la homosexualidad no es en nada esencial distinta de la heterosexualidad y, como enfatiza el padre Martin, Greiten vive santamente su celibato, ¿para qué tiene que saber su grey que le atraen los varones? Siendo homosexualidad y heterosexualidad, según nos dicen, opciones equivalentes, ¿deberían los
demás curas advertir a sus parroquianos que a ellos les gustan las mujeres? ¿En qué ayuda a nadie saber eso de su párroco?
Naturalmente, hay una razón, que no es otra que ‘normalizar’ dentro del clero católico una condición que el Catecismo de la Iglesia Católica, la última vez que miré, seguía definiendo como “intrínsicamente desordenada”.
Y, sí, tras la falsedad de la primera frase de Martin, lo que dice después es cierto: hay miles de sacerdotes gays en la Iglesia. A quien quiera leer sobre este asunto en profundidad le aconsejaría el libro de Michael S. Rose ‘Goodbye, good men’, no por deprimente menos clarificador, sobre por qué el sacerdocio corre el riesgo de convertirse en una ‘profesión’ especialmente atractiva para los homosexuales. También explica por qué Su Santidad Benedicto XVI dispuso que no se admitiera al sacerdocio a personas con claras y persistentes tendencias homosexuales.
Al aplaudir estas salidas del armario sacerdotales -porque ofrecerle una tribuna en el National Catholic Reporter es aplaudirlo-, cierto estamento eclesial no hace sino
adaptarse a las corrientes del mundo, tratar de que “el mundo no nos odie”, por darle la vuelta a las palabras de Cristo, dando primacía a lo que el mundo da primacía.
Porque la ‘revolución’ que se nos promete parece ser algo tan deprimente como seguir servilmente las consignas efímeras del siglo, ir a la rastra de las modas ideológicas. Iglesia pobre para lo pobres, sí, igual que Cristo… si Cristo hubiera sido Hombre del Año de la revista TIME y contratara a la multinacional Accenture para llevarle la comunicación.
Uno no sabe bien dónde puede parar la ironía constante en la que se está convirtiendo nuestra época, pero quizá no esté entre las anécdotas más curiosas el hecho de que la red social Facebook -no exactamente conocida por sus estrictos criterios de moralidad cristiana- rechace una imagen del belén montado en el centro de la cristiandad católica, la Plaza de San Pedro del Vaticano, cuando pretendía usarse en un anuncio, alegando que “su publicidad no puede incluir imágenes que sean sexualmente sugestivas o provocativas”.
¿Alguien puede entender que en el símbolo definitivo de la inocencia, centrado en un Niño recién nacido de una Virgen, haya una imagen que Facebook rechace por “sexualmente provocativa”, más aún en el belén más famoso del mundo?
Uno no sabe bien dónde puede parar la ironía constante en la que se está convirtiendo nuestra época, pero quizá no esté entre las anécdotas más curiosas el hecho de que la red social Facebook -no exactamente conocida por sus estrictos criterios de moralidad cristiana- rechace una imagen del belén montado en el centro de la cristiandad católica, la Plaza de San Pedro del Vaticano, cuando pretendía usarse en un anuncio, alegando que “su publicidad no puede incluir imágenes que sean sexualmente sugestivas o provocativas”.
¿Alguien puede entender que en el símbolo definitivo de la inocencia, centrado en un Niño recién nacido de una Virgen, haya una imagen que Facebook rechace por “sexualmente provocativa”, más aún en el belén más famoso del mundo?
Uno no sabe bien dónde puede parar la ironía constante en la que se está convirtiendo nuestra época, pero quizá no esté entre las anécdotas más curiosas el hecho de que la red social Facebook -no exactamente conocida por sus estrictos criterios de moralidad cristiana- rechace una imagen del belén montado en el centro de la cristiandad católica, la Plaza de San Pedro del Vaticano, cuando pretendía usarse en un anuncio, alegando que “su publicidad no puede incluir imágenes que sean sexualmente sugestivas o provocativas”.
¿Alguien puede entender que en el símbolo definitivo de la inocencia, centrado en un Niño recién nacido de una Virgen, haya una imagen que Facebook rechace por “sexualmente provocativa”, más aún en el belén más famoso del mundo?
Pues eso parece. Ya hemos hablado de la innovación introducida este año en el belén vaticano, que incorpora, junto a las tradicionales figuras del relato evangélico sobre el nacimiento de Jesús -es decir, sobre lo que siempre ha sido un belén convencional-, otras alusivas a las siete obras de misericordia corporales.
Imaginamos que no se han elegido las espirituales por ser más difíciles de representar, y no por evitar polémicas en torno a aquella que habla de “enseñar al que no sabe” y que podría bien traer recuerdos de dudas y confusiones que al parecer nadie en la Santa Sede desea disipar.
El caso es que la escena que representa a la obra de misericordia de “vestir al desnudo” representa a este en la primerísima fase de la acción, es decir, no a medio vestir sino completamente desnudo. Y dado que el individuo representado en cuestión no es exactamente como uno imaginaría a un mendigo tan pobre que no tenga que ponerse, sino a un tipo envidiablemente musculado y de admirables proporciones, la figura ha robado el protagonismo al resto de los personajes, incluidos los centrales, y se ha convertido en la más comentada.
La figura en cuestión, por lo demás, no está exactamente escondida, sino que figura prominentemente bajo el enorme árbol de Navidad. El que resulta algo más difícil de encontrar es el protagonista de toda esta historia, el Niño Jesús, quizá una alegoría a su ‘vida oculta’. Tampoco es fácil determinar a primera vista quién de todos los varones cercanos al niño es San José. También aparece bastante poco destacada, por decir poco, la Virgen María, que suele representarse llevando en brazos al Niño o muy próxima a él.
En general, es tal la profusión de figuras que encontrar a los tres protagonistas de una escena en principio solitaria supone un verdadero desafío para el espectador.
En definitiva, la escena es innegablemente hermosa y artísticamente representada. Otra cosa es que sea un belén, tal como la gente suele entenderlo. Las obras de misericordia son realmente el centro y el motivo del conjunto, hasta el punto de eclipsar a Quien les da sentido y cuyo nacimiento es el motivo único de la fiesta.
La obra de albañilería, realizada en la contrafrente de la Catedral por el pintor argentino Ricardo Cinalli, en 2007, fue encargada por el entonces obispo de Terni Don Luigi Paglia - hoy arzobispo y presidente del Consejo Pontificio para la Familia - y el párroco Fabio Leonardis, entonces director de la oficina de patrimonio cultural de la diócesis y secretaria del Consejo Regional para el patrimonio cultural eclesiástico. Las obras fueron seguidas día a día por el propio Don Fabio Leonardis y por visitas repetidas a la construcción del obispo Paglia. Entre los personajes presentes en el trabajo, aparecen homosexuales, transexuales, ladrones, traficantes de drogas. A través del trabajo, el artista quiere decir que Cristo, en el día del juicio, salva a todas las criaturas sin distinción de raza, creencia religiosa, orientación política y sexual.
Monseñor Vicenzo Paglia, siendo obispo de Teri-Narni-Amelia
Promovió en 2007 la pintura en su Catedral de un gran mural homoerótico
En él se representa a Cristo resucitado llevando a lo alto del cielo unas redes llenas de hombres y mujeres desnudos y revueltos, que siguen pecando como lo hicieron en la vida presente.
El arzobispo Paglia pronunció un discurso en el que alababa al recién fallecido fundador del Partido Radical de Italia, cuya carrera se dedicó en gran medida a atacar los valores de la fe católica y la propia Iglesia Católica. Aunque Pannella había luchado vigorosamente por la legalización del aborto, el «matrimonio» homosexual, los «derechos» transgénero, el, y trató de disolver el concordato entre la Iglesia y el Estado italiano, Paglia lo llamó «un hombre de gran espiritualidad», y dijo que su muerte fue «una gran pérdida, no sólo para el pueblo del Partido Radical, sino también para nuestro país».
«Su historia muestra cómo un hombre puede ayudar en la historia a avanzar hacia la defensa de la dignidad de todos y cada uno, especialmente aquellos que están marginados», dijo Paglia. «Tengo mucho gusto en decir que Marco era verdaderamente un hombre espiritual que luchó y esperó contra toda esperanza». Paglia concluyó: «Debemos recibir y mantener su (Panella) vitalidad».
El mural obsceno de la Catedral
Posteriormente LifeSiteNews informó de un antecedente notable de este Monseñor nombrado recientemente por el Papa Francisco como presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre Matrimonio y Familia, y por Benedicto XVI como presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
Siendo Obispo de Terni-Narni-Amelia encargó en 2007 al pintor argentino Ricardo Cinalli la composición de un gran mural para su Catedral, en el que se representa a Jesús resucitado llevando al cielo en unas redes llenas de homosexuales, transexuales, prostitutas, desnudos o semidesnudos, mezclados en actitudes y acciones eróticas.
Características de la imagen del Salvador
La imagen del Salvador está pintada de manera de hacer visiblessus partes privadas a través de su traje translúcido. Así lo explicó el autor de la obra, Ricardo Cinalli a La Repubblica, que modeló la cara de Jesús en base a un modelo local porque «la gente ve a Cristo de una manera que es «demasiado masculina».
El Obispo Paglia, junto con un padre Fabio Leonardis, supervisó todos los detalles de la obra, según explica el propio Cinalli.
«Ningún detalle se hizo libremente o al azar», agregó Cinalli. «Todo fue analizado. Todo fue discutido. Nunca me permitieron trabajar por mi cuenta».
El obispo Vincenzo Paglia aparece en una de las redes «eróticas» agarrando a otro hombre semi-desnudo.
Cinalli admite a La Repubblica que las personas desnudas en las redes están destinadas a ser «eróticas», aunque el obispo Paglia trazó la línea cuando Cinalli propuso mostrar a la gente teniendo relaciones sexuales.
«En este caso, no había una intención sexual, sino erótica, sí», dijo Cinalli. «Creo que el aspecto erótico es el más notable entre las personas dentro de las redes». Más adelante añadió: «Lo único que no me permitieron insertar fue la copulación de dos personas dentro de esta red donde todo está permitido».
La razón por la que no se le permitió ser tan explícito, dice Cinalli, es que su pintura ya había hecho lo suficiente para demostrar la noción de que el hombre tiene «libertad» en esta vida e incluso en la siguiente, al parecer, para participar en cualquier conducta sexual que él considere apropiada.
«El obispo y el padre Leonardis me dijeron que no pensaban que era necesario llegar a ese extremo para demostrar la libertad que el hombre, que en realidad, tiene en este mundo y en el próximo».
Doctrina Católica
La Iglesia Católica condena todas las formas de conducta sexual fuera de las relaciones sexuales naturales entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio, incluida la sodomía homosexual, y advierte que quienes mueren impenitentes de tales pecados sufrirán la condenación eterna. La doctrina, que se encuentra en el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia, se refleja en el Catecismo de la Iglesia Católica, que llama actos homosexuales «intrínsecamente desordenados» y añade: «no pueden recibir aprobación en ningún caso».
Rechazo de su obra
Cinalli admite que su obra no fue bien recibida por muchos en la Diócesis de Terni-Narni-Amelia, que estaban tan indignados por la obra que Cinalli creía que podría ser destruida después de la muerte del padre Fabio. Sin embargo, el Obispo Paglia resistió a tales presiones hasta que abandonó la diócesis en 2012, y su sucesor también dejó el mural en su lugar.
LifeSite le pidió a la oficina de Arzobispo Paglia que hiciera comentarios, pero no hubo respuesta a la prensa.
Aunque el mural generó controversia en la diócesis de Paglia, pasó inadvertido del radar de los medios de comunicación nacionales de Italia, y la promoción de Paglia a arzobispado y su nombramiento como presidente del Consejo Pontificio para la Familia en 2012 no generó controversia.
Puede ver el vídeo de La Repubblica de su entrevista con Ricardo Cinalli (en español e italiano):